NUESTRA MISIÓN

La misión de la UNAP es educar a los jóvenes emprendedores que busquen forjarse un futuro personal y profesional con excelencia en base al apoyo y a los conocimientos impartidos por los catedráticos de la universidad y emplearlos en nuestro vivir diario a través de la interacción, estableciendo vínculos que nos identifiquen como estudiantes de la universidad, permitiendo que nuestras opiniones sean escuchadas y antetodo destacar la excelencia académica que nos caracteriza...

lunes, 21 de julio de 2008

EL PAN DE CASTILLA EN LA MESA QUITEÑA...


Los conquistadores hispanos dejaron a un lado las armas para dedicarse a la agricultura, al cultivo de nuestros fructíferos llanos y laderas, y a disfrutar de la charla amena en los frecuentes días de ocio.
Los colonos españoles se reunían y recordaban los exquisitos frutos de España, entre otros, el trigo, elemento indispensable para la elaboración del pan de castilla. El fraile franciscano Jodoco Rieke, había traído unos pocos granitos del rico cereal, los sembró y junto con el resto de frailes los cuidaron con cariño las plantitas para que pronto maduren sus espigas hasta que germinen y puedan saciar la típica curiosidad hasta de nuestros indios, quienes querían examinar la yerba.
Los orgullosos castellanos mientras tanto, comentaban acerca de los esfuerzos de Fray Jodoco y esperaban con ansia el resultado de las experiencias, con la esperanza de poder saborear aquel delicioso pan castellano, al que tanto extrañaban.
Como abrebocas mientras tanto tenían las tradicionales tortillas de maíz o llapingachos impregnados de ají acompañados de la chicha de jora. Todo esto era servido por las mujeres de alguno de los colonos ayudada por la chola (empleada).
Las semillas de la primera cosecha volvieron a ser cultivadas en el patio del convento y así sucesivamente las cosechas prosperaron y la ciudad de Quito conquistó gran prestigio en la producción de harinas.



G.G.